viernes, 18 de enero de 2008

NADAL Y EL DESAFÍO DE SER NÚMERO UNO

Si Nadal hubiera nacido cinco años antes o un lustro más tarde, estaríamos hablando del mejor tenista del mundo y uno de los mejores de todos los tiempos. Incluso podemos decir que estamos ante una de las raquetas más completas de la historia, pero el manacorí ha tenido la mala suerte de ser coetáneo de un auténtico fuera de serie. Roger Federer, la perfección sobre la pista.

Sólo la tierra batida le permite a Rafa mojarle la oreja al suizo. En los dos últimos años Nadal ha evolucionado de forma espectacular en pista rápida, sobre todo en los Masters Series, pero cuando llega Australia o EE. UU., Mr. Federer se viste de jugador impoluto que regala lecciones de revés a una mano, saque y smatch. La última final de Wimbledon da esperanzas al español, capaz de hacer sudar al número uno en su superficie favorita, pero los problemas físicos de tamaño esfuerzo se ciernen como una amenaza constante sobre la progresión de Nadal.

Australia ofrece una nueva oportunidad de recortar una distancia insalvable a día de hoy. Pero dado el carácter de Nadal, incapaz de sentirse derrotado en las peores condiciones y ante el peor rival, nada es descartable. Esperemos que las lesiones musculares y la maltrecha rodilla del número dos del mundo le respeten en 2008.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Éste será el año de Rafa. Además, Tipsarevic ha tenido esta madrugada contra las cuerdas a Federer.