ITURRALDE PAGA DEUDAS ATRASADAS

Venía la semana marcada por el morbo de ver a Iturralde arbitrar al Sevilla de nuevo, tras el esperpento de Son Moix el año pasado. Allí se esfumaron las escasas opciones de Liga del gran Sevilla de Juande. Ayer, el colegiado vasco puso intención a una mano entre involuntaria e invisible de Javi García en el descuento. El pago de la deuda sirvió en bandeja el triunfo a un conjunto, el hispalense, sin el lustre de antaño y con serios problemas no sólo de juego, también mentales.

Pronto se vieron los de Jiménez asfixiados por la presión osasunista. Un omnipresente Dady ahogaba la salida del balón, ya de por sí compleja por la falta de aptitud de Mosquera y la pasividad de Poulsen. Paradójicamente el danés abrió el camino de la victoria. Alves, el mejor de los locales, lanzó una falta que se empozoñó por la pésima marca de la defensa osasunista.

En adelante sólo las incursiones de Navas y Capel, especialmente el primero, mantenían vivo al Sevilla, que tuvo lo mejor de su repertorio en las faltas de Alves. El brasileño vuelve poco a poco por sus fueros, lo que hace presagiar otro verano 'movidito' con Del Nido. En estas resurgieron los de Ziganda. No se sabe si por tesón o por estado de inconsciencia del rival. Con Jiménez desesperado en el banquillo, el equipo se borra de los partidos de repente. Lo que parecía un mal endémico en cada salida de Nervión, se manifiesta ahora también en el Sánchez Pizjuán.

Los rojillos leyeron mejor el encuentro a partir del ecuador del segundo acto y hallaron un filón de oro en las subidas de Alves. Sola rompió con un sólo recorte a Mosquera y Poulsen y puso las tablas. Desapareció por momentos el cuadro local y pudieron sentenciar los visitantes la contienda, pero Dady se encontró con el larguero. El desenlace ya se sabe. Iturralde vio la oportunidad de subsanar errores pasados y no lo dudó. La conciencia le jugó una mala pasada, y dejó a Osasuna con nueve. Luis Fabiano hizo el resto al transformar la pena máxima. El final dejó a Chevantón con esguince del ligamento colateral interno de la rodilla a falta de nuevas pruebas, y a ambos equipos librando una nueva y lamentable batalla campal.

NADAL Y EL DESAFÍO DE SER NÚMERO UNO

Si Nadal hubiera nacido cinco años antes o un lustro más tarde, estaríamos hablando del mejor tenista del mundo y uno de los mejores de todos los tiempos. Incluso podemos decir que estamos ante una de las raquetas más completas de la historia, pero el manacorí ha tenido la mala suerte de ser coetáneo de un auténtico fuera de serie. Roger Federer, la perfección sobre la pista.

Sólo la tierra batida le permite a Rafa mojarle la oreja al suizo. En los dos últimos años Nadal ha evolucionado de forma espectacular en pista rápida, sobre todo en los Masters Series, pero cuando llega Australia o EE. UU., Mr. Federer se viste de jugador impoluto que regala lecciones de revés a una mano, saque y smatch. La última final de Wimbledon da esperanzas al español, capaz de hacer sudar al número uno en su superficie favorita, pero los problemas físicos de tamaño esfuerzo se ciernen como una amenaza constante sobre la progresión de Nadal.

Australia ofrece una nueva oportunidad de recortar una distancia insalvable a día de hoy. Pero dado el carácter de Nadal, incapaz de sentirse derrotado en las peores condiciones y ante el peor rival, nada es descartable. Esperemos que las lesiones musculares y la maltrecha rodilla del número dos del mundo le respeten en 2008.

NUEVA MUESTRA DE EXCELENCIA CAPELLIANA

Cierra el Madrid la primera vuelta con los mejores registros desde que la Liga valora la victoria con tres puntos. 47 puntos y un liderazgo sólido, respaldado por el apagón de la galaxia culé. De seguir así, cerraría el ejercicio con 94 puntos, cuando el alirón se canta entre los 75 y los 80.

Pero la impresión que deja el equipo es que no podrá seguir por la misma senda. Los destellos de juego brillante de Mestalla, El Madrigal o el Camp Nou se han evaporado. Schuster ha denostado a Guti y su apuesta por el músculo de Baptista-Sneijder-Diarra (Gago suplirá al malí durante su participación en la Copa de África) asfixia la creatividad del grupo. Además, Raúl vuelve a la senda del trienio negro, su presencia se achica y eso afecta a Robinho, obligado a trabajar para suplir las carencias de Marcelo, en plena progresión.

Sólo los milagros de Casillas y la eficacia de Van Nistelrooy mantienen tan excelsa racha. Ayer, un nuevo capítulo de juego por goteo, arranques de calidad y la resolución de Van the Man. Y todo ante un Levante que se hunde en la tabla con 8 puntos en el ecuador del campeonato. Mucho tendrá que mejorar Schuster para no perder comba. De momento, la excelencia prometida se reduce a un excesivo capellismo. La sombra del teniente italiano se hace larga para el grupo. Y con esos mimbres no se puede remontar en Copa al Mallorca.

LA NOCHE DE LA BESTIA

Venía la semana previa al clásico marcada por el debate de si Guti o Baptista, de si Ronaldinho sí o Ronaldinho no. La decisión más popular, como casi siempre cuando la presión se cierne sobre los banquillos, se impuso y el Gaucho y la Bestia compartieron escenario, aunque con la suerte opuesta.

El madridista cuajó un partido antológico, con gran dominio de la medular y un poderío físico que secó la creatividad de Xavi y permitió a sus compañeros la oportunidad de encontrar un aliado en sus galopadas de incorporación al ataque. En una de ellas, consiguió triangular con Van Nistelrooy una gran pared que culminó con un zapatazo ante el que Valdés se limitó a mirar, pues cualquier otra decisión habría supuesto un derroche de energía en vano.

La cruz fue para Ronaldinho. Rijkaard no se atrevió a sentarlo ante una cita de tanta enjundia y el brasileño evidenció lo que para el común de los mortales era evidente: baja forma clamorosa y apatía. Ramos, con un marcaje impoluto, hizo el resto. El Madrid se va de vacaciones con siete puntos de ventaja, después de evidenciar su superioridad en casa del eterno enemigo y de dejar a su estrella a los pies de los leones.

LA VULNERABILIDAD DE BREMEN Y MURCIA

El debate sobre la inconsistencia del Real Madrid toma dos direcciones: la baja productividad de algunos jugadores y la actitud táctica de Bernd Schuster. Tan cierto es que alguno rinde como si de una 'oveja negra' se tratase como lo es que el técnico pareciera algo pasivo en momentos críticos de los partidos. Se le discute en muchos foros que reacciona tarde ante un mal resultado, ya sea en las sustituciones o en alguna variante táctica improvisada. Hay de todo, es verdad, aunque por fortuna para los blancos aún pueden presumir de liderato en la Liga y en el grupo de Champions, lo cual resulta un bálsamo entre tanta suspicacia. Pero lo indiscutible es que el Madrid sigue siendo frágil (Murcia y Bremen) y un tropiezo ante el Racing sería alarmante.

La irregularidad devora como una carcoma la credibilidad del proyecto. Eso lo siente en el club todo el mundo: el presidente, el entrenador, el director deportivo y cada uno de los jugadores. El Madrid ha de dar una vuelta de tuerca para adquirir mucho más poderío, mejor determinación y solvencia. La vulnerabilidad que viene mostrando invita a pensar que el Racing podría hacer daño esta tarde en el Bernabéu. ¿Por qué no? Es un equipo ordenadísimo, con ambición ofensiva, personalidad... Marcelino sabe bien que tapando un par de vías de llegada (Robinho y Ramos) reduce las posibilidades de sufrir daños. Esa es la realidad: no todos los jugadores blancos aportan soluciones definitivas. Y así se vive en el alambre. Provocan dudas en el ambiente.

A LA EUROCOPA POR LA PUERTA GRANDE

Pese al chaparrón de críticas vertidas sobre Luis por no llevar a Raúl, España llega a la Euro 2008 por la puerta grande, para pesar de muchos. Lo hace como primera de grupo, no como segunda -equivalente a la Repesca a la que se llegó con Raúl en la Euro 2004 y el Mundial 2006-, y con una mejoría notable. Bien es cierto que por nivel de nuestro fútbol, pasar de este modo a Austria-Suiza debería ser una obligación y no un motivo de regocijo, pero dadas las circunstancias, igual hay que empezar a ser más humildes.

Le decía Luis a un aficionado que cuántos títulos ha conseguido Raúl después de tres mundiales y dos campeonatos de Europa. Y no le falta razón al Sabio de Horataleza. Pese a sus registros individuales, el capitán del Madrid no ha cuajado ni un gran torneo, de hecho, ni tan siquiera ha sido capaz de superar la sempiterna barrera de cuartos.

Además, este combinado nacional tiene otro aire. Esos locos bajitos -Iniesta, Cesc, Xavi- contagian optimismo, y Torres está resucitando en Inglaterra. Villa siempre está ahí, por mucha lesión que le corte la progresión física, y para colmo ahora hay por fin un recambio de garantías en punta: Raúl, Tamudo se entiende.

ROBINHO Y PEGADA PARA SEGUIR SUMANDO

Continúa la falta de solidez del Madrid. El centro del campo se rompe con una facilidad extraordinaria, Diarra pierde el sitio y Sneijder parece ausente. Con estos mimbres, el Bernabéu parece un correcalles interminable en el que cualquier pequeño crece como la sombra que se proyecta sobre un muro elevado. Manzano lo entendió bien y busco la espalda de Marcelo y Ramos con las subidas de Varela y la calidad de Arango.

Dos puñales para buscar una hemorragia en la problemática de las coberturas blancas, con las que Schuster parece no saber qué hacer. Su alternativa es la pegada de Van Nistelrooy y la habilidad de Robinho. Ayer el brasileño salió al paso una vez más, logrando dos goles e inventándose el tercero. La puntilla la puso Van the Man, en fase de crecimiento tras una pretemporada en blanco.

Entre tanto, los bermellones demostraron lo fácil que es exhibirse en un estadio convertido en fortín más por falta de conciencia ajena que por juego propio. La excelencia de Villareal o Valencia parece esfumarse, la apuesta merengue ahora es la pegada. Mientras le dure seguirá arriba, pero en días de desatino se prevén problemas en Concha Espina.