Pese al chaparrón de críticas vertidas sobre Luis por no llevar a Raúl, España llega a la Euro 2008 por la puerta grande, para pesar de muchos. Lo hace como primera de grupo, no como segunda -equivalente a la Repesca a la que se llegó con Raúl en la Euro 2004 y el Mundial 2006-, y con una mejoría notable. Bien es cierto que por nivel de nuestro fútbol, pasar de este modo a Austria-Suiza debería ser una obligación y no un motivo de regocijo, pero dadas las circunstancias, igual hay que empezar a ser más humildes.
Le decía Luis a un aficionado que cuántos títulos ha conseguido Raúl después de tres mundiales y dos campeonatos de Europa. Y no le falta razón al Sabio de Horataleza. Pese a sus registros individuales, el capitán del Madrid no ha cuajado ni un gran torneo, de hecho, ni tan siquiera ha sido capaz de superar la sempiterna barrera de cuartos.
Además, este combinado nacional tiene otro aire. Esos locos bajitos -Iniesta, Cesc, Xavi- contagian optimismo, y Torres está resucitando en Inglaterra. Villa siempre está ahí, por mucha lesión que le corte la progresión física, y para colmo ahora hay por fin un recambio de garantías en punta: Raúl, Tamudo se entiende.
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