jueves, 11 de octubre de 2007

A MORIR CON DOS... JUGONES


Parece que Luis despertará del letargo y volverá a la lógica que le llevó a ilusionar a la afición española durante la primera fase del Mundial de Alemania, en la que permitía a 'los jugones' llevar la batuta de la Selección. Esa idea osada de poner sobre el tapete a Xabi Alonso, Xavi Hernández y Cesc Fábregas, se podría repetir en Aarhus ante Dinamarca, aunque con la variante de Iniesta por el medio del Liverpool, de forma que una banda -probablemente la izquierda de un Silva venido a menos- quedaría sacrificada en beneficio de Albelda.

Resulta lógico quemar las naves empleando la mejor artillería, el arsenal de medios creativos con los que cuenta el fútbol nacional, el único punto fuerte de una factoría mediocre en el resto de líneas, pero enriquecida con la importación de cerebros de La Masía, donde Guardiola moldeó la figura del director de orquesta. Además, tanto Iniesta como Cesc, los jugones que piden paso a base de su fútbol de toque y visión de juego, están en estado de gracia permanente, mientras que Xavi es el alma máter del equipo que ha encadenado 5 victorias y un empate en ausencia de las vacas sagradas, los defenestrados Raúl, Cañizares y Salgado.

Será pues Torres el referente en ataque, aunque con este esquema, Villa sería aún más importante para esa demarcación. El sancionado goleador asturiano se mueve como pez en el agua cuando ejerce en solitario, con un pasador de la talla de Iniesta atrás. 'El Guaje' es autónomo y la compañía le resulta un incordio. Torres, por contra, se mueve mejor sin balón, por lo que el sábado encontrará mayores dificultades para hacer desmarques sin nadie que le habilite espacios arriba. El rol de 'El Niño' deberá ceñirse al remate, confirmando así la inocencia del pecoso e imberbe colchonero ha dado paso al pistolero de Anfield -'The kid'-, y rentabilizando el filón de un Joaquín que vuelve poco a poco por sus fueros.


Hay mimbres para evitar lo que sería el enésimo batacazo, éste aún más prematuro que los habituales cuartos de las fases finales. Atrás Albiol será la novedad, aunque yerra Luis supliendo a Puyol, intocable por exceso de furia y galones. Es Marchena el que aún no ha dado una sola muestra de por qué viste la Roja. Similar al caso de Albelda, cuyos días de pretoriano pasaron a mejor vida. España requiere de un nuevo cerrojo, y Borja Oubiña es el único que ilusiona, pero la inoportuna lesión de ligamentos sufrida por el ex-celtarra le ha impedido brillar en su nueva andadura en el Birmingham City.

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo pienso igual que tu, pero puestos a concretar mas yo pienso que Cesc es un gran jugador pero que no llega al nivel que nos esta ofreciendo Iniesta hoy dia, tanto en el Barça como con nuestra seleccion....y lo dice un madridista y anticatalan...