Se bastó el Sevilla con dos minutos de inspiración para noquear al Madrid 'invencible', el del estilo sobrado de Federer que proclama Schuster con una solvencia que no muestra su juego, por más que sacara tajada de un Valencia herido de muerte tras la destitución de Quique. Quiso el alemán emplear las mismas armas que tan buen fruto le dieron en Mestalla, la presión bien arriba y las líneas muy juntas, con la defensa adelantada, amparada en la solvencia de Metzelder y el supuesto buen hacer de Cannavaro.
Y la sensación inicial fue positiva. Ganaron los blancos el primer asalto a los puntos, con Robinho hiperactivo, dejando al descubierto las carencias de un Alves venido a menos. Una internada del brasileño que no pudo rematar Van Nistelrooy por poco fue la mejor opción merengue en esta primera fase de toma de contacto. Pasado el primer cuarto de hora, el encuentro pintaba a batalla épica, más por intensidad que por juego, y el Madrid parecía tener maniatado a Poulsen y Keita. Pero el malí olió un rechace en la frontal del área para soltar un latigazo con la zurda frente al que la estirada de Casillas sólo valió para aportar estética a la instantánea. El Madrid no se lo creía, fruto de lo cual una 'empanada' colectiva de la defensa permitió a Kanouté encarar sólo a Casillas dos minutos después. Iker hizo lo imposible, pero Metzleder fue más lento que Luis Fabiano en el rechace, y el brasileño hizo a placer el segundo. Los dos pilares traseros de la adelantada presión, Cannavaro y Metzelder, habían fallado. La consecuencia, un partido tirado por la borda en dos minutos.
Parecía difícil la remontada, sobre todo porque el Sevilla era ahora Federer y el Madrid el rival asustado ante la pegada del suizo. Y si alguien puede noquear a Roger es Nadal, el genio al servicio de la garra. Justo lo que le faltó a los hombres de Schuster, acostumbrados a jugar a favor de corriente, pero sin la mentalidad ganadora de Capello. El fiel reflejo fue Raúl, inaudito cuando las cosas se ponen feas. El 7 recuerda a un reloj de cuerda, sólo empuja las agujas cuando le insuflan fuerza y ésta parece ser el arropo del Bernabéu. Pobre líder para tanto talento, el de Guti y Robinho sobre todo.
Pero el rival sabía de las virtudes blancas y acribilló a faltas al 14. El carioca, sin embargo, se perdió en la progresión de Alves, de menos a más, pese a estar lejos de su nivel de antaño. El encuentro se fue con menos aire al descanso y retomó definitivamente aplomado tras la expulsión de Ramos, tan correcta como injusta por cuanto Diarra y Poulsen hicieron más méritos para no acabar el choque. Con diez el Madrid se ahogó y el Sevilla pudo humillar a la contra, pero la relajación redujo la eficacia del mismo modo que la necesidad afinó la puntería en el primer acto. Los cambios sólo demostraron la escasa capacidad de Schuster para remar a contracorriente y su mala gestión de los recursos, como emplear a Baptista para los minutos de la basura, por detrás de Balboa incluso. En rueda de prensa, el bávaro culpó al colegiado por ser del colegio catalán. ¡Y Schuster era el elegido por representar los valores del madridismo y conocer la casa!
Sevilla 2 - Real Madrid 0
Sevilla: Palop, Alves, Fazio (35’), Dragutinovic, Crespo (41’), Navas, Poulsen, Keita, Adriano, L. Fabiano (77’), Kanouté, De Sanctis, Mosquera (35’), Martí, Renato (77’), Capel (41’), De Mul, Koné.
Real Madrid: Casillas, S. Ramos, Cannavaro, Metzelder, Marcelo, Diarra, Gago (56’), Guti, Robinho, Raúl (70’), V. Nistelr. (80’), Codina, Heinze, Torres (56’), Balboa (70’), Drenthe, Baptista (80’), Saviola.
Goles: 1-0 (18’): Zurdazo de Keita desde 25 metros que entra por la escuadra derecha de Casillas.
2-0 (20’): Luis Fabiano marca con la izquierda después de aprovechar un rechace de Casillas a remate de Kanouté.
Árbitro: Álvarez Izquierdo, del Colegio Catalán. Expulsó por doble amarilla a Sergio Ramos (40’ y 50’). Amonestó a Daniel Alves (30’), Keita (40’), Robinho (46’), Dragutinovic (54’), Raúl (58’), Capel (62’), Diarra (75’) y a Guti (83’).
Incidencias: Sánchez Pizjuán. Lleno. 45.500 espectadores.